Tomar la decisión de hacer una obra en tu casa es relativamente fácil, porque ves la necesidad real de ejecutarla. Pero, ¿Cómo empiezas a planificarla?
Vamos a realizar 4 sencillos pasos para llevarla a fin, de forma que se optimice el presupuesto del que dispones.
Supongamos que quieres modificar la cocina porque no tienes suficiente espacio de almacenamiento o la encimera te resulta pequeña, los muebles o la encimera están muy viejos…
Lo mismo puede pasarte en el dormitorio, donde no tienes suficiente espacio para tu ropa y necesitas vestidor o un armario más grande. El dormitorio te resulta cargado u oscuro…
En el baño te pasa exactamente lo mismo y además puedes añadir problemas de humedades…
El salón no te resulta acogedor, es oscuro y además necesitas una zona de trabajo…
Quieres crear un ambiente más agradable, con una mejor distribución de los espacios para que te sientas más cómoda.
Es muy importante por lo tanto saber cuáles son las necesidades y aquellas cosas que quieres cambiar.
Como en todo aquello en lo que vamos a gastar, tienes que pensar y saber cuál es el grueso de lo realmente importante a solucionar y donde darle los toques más sencillos o más prescindibles.
Quizás la cocina pueda ser la zona de la casa donde más hay que invertir, aunque siempre se pueden utilizar trucos para minimizar los costes. Pero como ya sabes cuáles son las necesidades (almacenamiento, más espacio de trabajo…), es ahí donde centrar tu presupuesto, dejando el resto para las paredes, suelos y la decoración.
Ese mismo criterio utilizarás para los demás espacios de la vivienda, dándole vital importancia a las distribuciones, colores e iluminación. Y donde por ejemplo, lo más importante del baño sería resolver los problemas de humedad.
Además de resolver las necesidades anteriormente mencionadas, conseguir más espacio de almacenamiento, más zonas de trabajo, más luminosidad, menos humedades, etc.
En definitiva, sentirte mucho mejor y en confort en ese espacio.
Siempre sabes cuánto puedes o hasta dónde quieres gastar. Al igual que cuando vas a comprar un vestido, sabes cuánto te puedes gastar de máximo en él, a la hora de ejecutar una obra pasa exactamente lo mismo.
Por lo tanto, una vez analizadas las partidas más importantes de tus necesidades para ejecutar la obra o reforma de tu vivienda, es a esas partidas a las que destinaras el grueso del presupuesto.
Cuando las necesidades más importantes o principales estén resueltas, con lo que queda de presupuesto, realizaras lo complementario y el toque final para conseguir de forma definitiva esos cambios en tus espacios.
Una vez contestadas esas 4 preguntas es cuando se destina el grueso del presupuesto a lo que realmente es importante, y el resto a lo complementario.
Es igual a cuando te dicen que en las tareas que tienes que realizar en tu día a día, tienes que diferenciar que es urgente y que es importante. Es cierto que para alguien que no se sabe cómo diferenciar esos aspectos en la realización de una obra, eso se convierte en un mundo…
Voy a ayudarte a que eso que se te hace tan complicado, resulte mucho más sencillo. Solo tienes que ponerte en contacto conmigo y exponerme tus dudas.
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